En mi trabajo hay una compañera que es la clásica vieja de carácter “fuerte”, la enojona, la que no se deja, la habladora.
Archi-conocido comportamiento: Presumir su “fortaleza” de carácter en voz alta y en presencia de otros, alardear su supuesta invencibilidad ante los embates de otros. Ejemplo: “Nombre, es que yo cuando me enojo soy como la chingada” otra pendejada: “No me has visto enojado(a)…”
Naa, pero a mi no me engañan, regresando a esa compañera, recuerdo en mi primer día en la empresa, la forma en que me pedía una papelería...de una manera mamona y creída, con aires de superioridad…viéndolo mas detenidamente podía ver el miedo en sus ojos, estas personas de supuesto carácter “fuerte” son la mayoría de las veces en el fondo personas tímidas y miedosas que usan hábitos reaccionarios y de agresión para ocultar sus inseguridades, para construirse una cortina protectora.
Tienen por lo general desmesuradas y extremistas reacciones de amor-odio. Al carecer de control sobre si mismas, cuando se enfrentan a la gente, el terror los invade y se convierte en agresividad, su volátil seguridad esta en “dominar” a los demás, en ser superiores, en humillar al prójimo.
Digno de mención es que mucha de esta gente es religiosa, van a la iglesia los domingos y etc.….¡por la verga de Santo Tomas!!...la pregunta que salta ante este manifestación es indefectible, forzosa, obligada…¿De que sirve que vayas al culto?
No dijo Jesús que hay que poner la otra mejilla? tratar bien y respetar a tu prójimo?
¿Van a hacerle al pendejo el domingo a darse golpes de pecho falsos e hipócritas? Supuestamente dios castiga a esas actitudes no? Por que las siguen practicando? La gente sigue siendo chismosa, creída, agresiva, y claro, increíblemente creyente en santos, vírgenes , dios y demás cosas. Son cristianos solo de
Cuando me enojo, como la mayoría de la gente, soy desagradable e irracional, pero no es algo de lo que me sienta orgulloso o digno de ser vociferado a los cuatro vientos, eso es un defecto de mi carácter, algo en lo que debería de trabajar para corregir y mesurar.
Lo que me ayuda es que no soy tan imbecil como para presumirlo.